Cada año se atienden hasta 300 niños migrantes en las escuelas que se localizan en los centros agrícolas que hay en Matamoros y San Pedro.
Son núcleos escolares multinivel, ya que reciben a infantes desde educación inicial hasta secundaria, que se encuentran en los invernaderos que se localizan en los ejidos El Pilar y La Victoria; ahí atienden a los hijos de familias de jornaleros que año con año llegan, principalmente de los estados de Hidalgo, Veracruz, Sinaloa y San Luis Potosí.
MAESTRAS ASIGNADAS
Las maestras Milagros Hinojosa y Perla Sifuentes, quienes están asignadas en el centro de trabajo del ejido El Pilar, mencionan que durante todo el año hay una "rotación" de niños y niñas, por las etapas de la producción del campo y las familias empiezan a llegar a mediados de febrero, por lo que inicialmente reciben alrededor de 30 alumnos, pero en la temporada alta, que es cuando inicia la recolección de las cosechas, que empieza en abril y concluye aproximadamente en octubre, se "dispara" la población escolar.
Por su parte, la maestra asignada al centro de trabajo en el ejido La Victoria de San Pedro, Tiara Saucedo, compartió que llegó a ese lugar el año pasado y aunque son menos estudiantes, al igual que sus compañeras al ejercer su dinámica de trabajo se enfrenta a muchas situaciones especiales, ya que los menores tienen diferentes usos y costumbres, implicando mucho mayor esfuerzo que en las escuelas "normales".
"La mayoría presentan rezago porque como están en constante cambio. Puede que aquí en la región permanezcan dos meses y luego se van a Sinaloa o en Baja California y si no hay una continuidad en los aprendizajes pues sí es complicado, aunque no con todos los niños, sí hay algunos que sí van muy bien, porque en sus lugares de origen van a la escuela regular, pero son familias que andan de un lado a otro", dijo una de las educadoras asignada al ejido El Pilar.
Sobre la instalación de los núcleos escolares, las docentes mencionaron que se hacen cargo las empresas empleadoras, y ellos se encargan de ofrecer los espacios donde los hijos de los jornaleros recibirán su educación. Como parte del Programa de Fortalecimiento de Servicio de Educación Especial, también se les dota de materiales didácticos y mobiliario a los Centros de Atención a Niños con Actitudes Especiales y a las escuelas que atienden a niños migrantes.