Primera latina en subir el Everest visita Saltillo
Para la primer mujer alpinista latinoamericana en hacer cima en el Everest, como se dice en el argot de este deporte, Elsa Ávila, quien venció una enfermedad, la felicidad no es lo material sino las experiencias de vencer obstáculos.
En su visita a Saltillo para el congreso Loud 2015 que organiza el Tecnológico de Monterrey, la deportista tuvo aprendizajes importantes de la vida que le hicieron tener otra perspectiva, gracias a la disciplina que practica y a recuperar su salud.
"Cuando tu tienes metas de salir adelante en la vida y no me refiero a tener un casa o coche, ir a viajar o cosas así, las metas de salir adelante me refiero a vencer una enfermedad como la que tuve del corazón, como salir de malas condiciones de vida", externó la alpinista.
Tras conquistar la cima del Everest, recorrer las cordilleras del Himalaya y lograr sortear vientos de 120 kilómetros por hora en La Patagonia, Elsa Ávila Bello se levantó un día con la imposibilidad de subir escaleras y dependía de los demás ante los constantes desmayos.
Dijo que para los médicos resultaba inexplicable el deterioro de salud de la deportista, dedicada a buscar rutas inexploradas durante sus expediciones y a romper récords, siendo en 1999 cuando se convirtió en la primera latinoamericana en alcanzar la cumbre más alta del mundo.
Aún cuando Elsa ignora, hasta el momento, el origen de su enfermedad, sabe que tiene fibrilación auricular (FA), padecimiento que sufren al menos un millón de mexicanos y que se caracteriza por una arritmia cardiaca irregular, es decir, las aurículas o cámaras superiores del corazón laten de una manera no coordinada, lo que produce un ritmo cardíaco rápido.
"La fibrilación auricular impactó mi vida de manera muy importante, fue difícil aceptar que un día escalé las cumbres más altas del mundo y tras la detección de la enfermedad no podía ni subir las escaleras de mi propia casa por este trastorno”, comentó.
Así se expresó la alpinista de parte de su experiencia de vida que la llevó más que a conquistar el Everest a conquistar de nueva cuenta una adversidad, ahora de salud, logrando esta meta de vida.