'Los Mascogos y su canto' llegan a Museo de Historia en Monterrey
La cultura y los cantos de la etnia de los Mascogos, asentada en Coahuila tras huir de la esclavitud de Estados Unidos, es plasmada en el documental “Gestrudis Soul”, de Patricia Carrillo Herrera, el cual se presentó en el Museo de Historia Mexicana, de esta ciudad.
La función estuvo acompañada por un concierto denominado “Los Mascogos y su canto”, donde el público apreció las imágenes y los cantos ancestrales de esa comunidad, incluidos en el disco “Mascogo Soul”, producido por Sergio Castillo, Jerónimo Valdés y el jazzista Héctor Zárate.
Originarios de Saltillo, Coahuila, los músicos trabajan en este proyecto desde 2014, después de haber escuchado los cantos de la comunidad El Nacimiento, en el municipio de Múzquiz.
Carrillo Herrera explicó que realizó el documental sobre la etnia de los Moscogos en 2001 y desde entonces lo ha presentado en diversos foros del país y el extranjero.
En el documental se retrata principalmente a Gertrudis Vázquez, matriarca de esa comunidad, quien relata cómo llegaron sus antepasados a México huyendo de Florida, Estados Unidos, donde los esclavizaban para trabajar en campos de algodón.
Gertrudis, mujer madura de piel negra, narra la llegada de su familia y su deseo de conservar su cultura y con ella sus cantos.
Cuenta que su madre huyó con sus abuelos y que llegando a la frontera con México, se toparon con los indios Kikapú a quienes debían atacar, pero al encontrarse en la misma situación, pues ambos grupos estaban huyendo, deciden aliarse para internarse en el país.
A la par de las imágenes presentadas, se escuchan los cantos de la comunidad, a voces de cuatro mujeres en género góspel, temas espirituales en inglés arcaico con contracciones.
Carrillo Herrera expresó que se trata de cantos espirituales para los Mascogos, “eran una forma de acercarte a Dios y reflejan la espera por la salvación que viene al morir”.
Refirió que los cantos de los Mascogos van acompañados de aplausos, en grupos de cuatro mujeres vestidas de colores verde o rojo con lunetas blancas y una especie de turbante en la cabeza y un mandil sobre su vestimenta.
Concluyó que más allá de que su documental llegó a muchos espacios, su mayor satisfacción fue ver la suma de voluntades y el deseo de seguir con algo que les pertenece culturalmente.
En su oportunidad, Sergio Castillo, productor del disco, explicó que el disco contiene nueve cantos y cuenta con una aportación del jazzista Héctor Zarate, “su cubierta es un producto artesanal, cada una de las mil cajas que hicieron están hechas a mano”, utilizando tela y diseños en color rojo.
El material fue editado en el bar la “Taberna el Cerdo de Babel” ubicado en el centro de Saltillo, dónde crean libros, proyectan películas, entre otras actividades, donde pidieron a un equipo de entre 12 o 13 personas aportar un dibujo o algún grabado con su interpretación de los temas, detalló.