"Más negro que la noche" es la primera cinta mexicana filmada en 3D, lo que de por sí resultó terrorífico para los realizadores.
"El hecho de ser los primeros implica una curva de aprendizaje que no conocíamos", dijo el guionista y director Henry Bedwell a The Associated Press en una entrevista reciente.
Al realizador le tomó casi diez años de su vida planear el proyecto, concebido como una cinta tradicional. Fue en una junta a unas semanas de iniciar el rodaje cuando la coproductora española Antonia Nava propuso hacerla en 3D.
"Todo el trabajo previo se agarró y se tiró a la basura. Fue empezar de nuevo. Si ves una foto de esa junta y la cara de todos, es la clásica escena de horror", relató sobre la sorpresiva propuesta.
La cinta se estrenará el 14 de agosto en México con unas 1100 copias, una cantidad y fecha poco usual para los pocos filmes de terror realizados en México.
El filme es una adaptación de la cinta homónima de 1975, dirigida por Carlos Enrique Taboada, que fue estelarizada por Claudia Islas, Helena Rojo, Susana Dosamantes y Lucía Méndez.
La nueva versión de "Más negro que la noche" es protagonizada por las mexicanas Zuria Vega, Eréndira Ibarra, Adriana Louvier y la española Ona Casamiquela.
Volver a contar la historia en 3D, "lo veíamos lejano, súper caro y difícil", señaló el actor y productor Josemaría Torre Hütt, quien explicó que por ello se realizó en coproducción con España.
Este país proporcionó la experiencia en rodaje en 3D de José María Aragonés, quien ha realizado muchos filmes en ese formato y la postproducción estereoscópica a través de la compañía Apuntolapospo.
Parte de los acuerdos entre ambos países fue realizar la postproducción en Barcelona, pues aunque en México ya se han realizado filmes de animación en 3D, todavía no se cuenta con la tecnología total para dar los toques finales a una cinta de acción real en ese formato.
"Hay cositas, pero no a este nivel y en esta cancha. Los efectos los podemos hacer en México, pero estereoscópicos es otra cosa", dijo Leonardo Zimbrón, otro de los productores mexicanos.
Sin revelar cifras, los productores señalaron que hacer un filme en 3D aumentó los costos totales en un 30% y extendió la duración del rodaje en un 25%.
Como en la original, la cinta sigue la odisea de una joven que recibe la herencia de una tía rica con la condición de que cuide a su mascota: un gato negro llamado Becker.
En un descuido el gato muere y a partir de entonces el grupo de amigas experimentan sucesos paranormales.
Para Bedwell se trata de una adaptación-homenaje, pues "estamos contándola de manera diferente y tratando de llegar a una nueva generación sin descuidar a la generación que la vio" y "sin descuidar los elementos básicos que Taboada siempre uso en sus historias".
De hecho, en una de las escenas, el nuevo elenco está viendo un fragmento de la cinta original.
En la nueva versión el 3D forma parte de la historia pues según Bedwell es una herramienta narrativa y para "contar una historia mucho más apegada a una nueva generación".
Los productores justificaron también el uso del 3D, pues apuntaron que esta tecnología permite dar una sensación de inmersión total en los lúgubres escenarios de la casa donde se desarrolla la historia.
"Tenemos el 3D más fino y más elegante. Nos ayuda mucho para meterte a la casa, con los personajes, la textura del gato, ver la humedad de las paredes, te mete muy bien", expresó Torre Hütt. "Es un 3D que no cansa ni te pesan los lentes", agregó Zimbrón.
La confianza en la competitividad de la cinta es tal, que "Más negro que la noche" se estrenará en septiembre en España y Estados Unidos, posteriormente llegará a Rusia.