Otro consorcio encabezado por Petrobras (50 %) e integrado también por Shell (30 %) y CNOOC (20 %) se adjudicó tres áreas. (ARCHIVO)
La brasileña Petrobras, las multinacionales Shell y Chevron y la corporación china CNOOC se adjudicaron este miércoles concesiones para explotar petróleo y gas en 44 áreas de la cuenca marina de Pelotas, una nueva frontera exploratoria de Brasil hasta ahora sin operaciones petroleras.
Petrobras, en consorcios con Shell y con CNOOC, y Chevron como independiente se adjudicaron los derechos para explotar 44 de las 165 áreas en aguas profundas que la Agencia Nacional de Petróleo (ANP) subastó en Pelotas, una cuenca en el océano Atlántico ubicada frente al sureño estado de Río Grande do Sul.
De las 44 áreas adjudicadas en la cuenca de Pelotas, el consorcio encabezado por Petrobras (70 %) y completado por Shell (30 %) se quedó con 26 en cuatro diferentes regiones.
Otro consorcio encabezado por Petrobras (50 %) e integrado también por Shell (30 %) y CNOOC (20 %) se adjudicó tres áreas.
Y Chevron, por su parte, se adjudicó individualmente 15 áreas en la subasta.
Los consorcios vencedores pagaron 298.7 millones de reales (unos 59.7 millones de dólares) por sus licencias en la nueva frontera exploratoria, ubicada en un área marina fronteriza con Uruguay y que había sido ignorada en subastas anteriores.
Tan solo Petrobras, que se adjudicó una concesión en el área en 2000, perforó un pozo en 2001 pero devolvió la concesión debido a que no halló petróleo.
El interés en Pelotas resurgió ahora luego del descubrimiento de gigantescas reservas en aguas profundas frente al litoral de Namibia en un área a la misma altura del océano Atlántico y con características semejantes a la brasileña.
Las reservas en Namibia, con hasta 11 mil millones de barriles, fueron descubiertas por Shell y Total, pero Chevron, que pagó este miércoles por sus licencias en Pelotas valores muy superiores a los exigidos por la ANP, también tiene concesiones en la costa africana.
Las petroleras que operan en Brasil también decidieron apostar en la exploración en el sur del país ante las dificultades que ha enfrentado la propia Petrobras para obtener las licencias ambientales en el Margen Ecuatorial, otra nueva frontera, pero frente al litoral de los estados del norte.
La explotación de esta área, contigua a regiones en que Surinam y Guyana han descubierto gigantescas reservas, genera una gran polémica en Brasil pues incluye la zona frente a la desembocadura del río Amazonas, con delicadas cadenas de corales y manglares vulnerables.
Las áreas en Pelotas fueron las más disputadas en el Cuarto Ciclo de Oferta Permanente de Concesiones, en el que la ANP subastó derechos para explotar petróleo y gas en 602 áreas distribuidas en 33 diferentes regiones de Brasil.
La subasta fue precedida por una manifestación de ecologistas liderada por Greenpeace y que protestó contra la decisión de Brasil de seguir subastando concesiones petroleras pese a los compromisos que asumió ante la COP28, que concluyó la víspera con la aprobación de una transición para dejar atrás los combustibles fósiles.
Al comienzo de la subasta, el director general de la Agencia Nacional del Petróleo, Rodolfo Saboia, afirmó que no hay ninguna contradicción en que el país continúe ofreciendo concesiones y el compromiso del Gobierno de acelerar su proceso de transición energética.
El dirigente afirmó que la transición será lenta y costosa, y que Brasil necesita seguir produciendo petróleo para financiarla.