Dan el último adiós a peregrinos fallecidos en Mazapil

Los funerales de los peregrinos que perdieron la vida al ser arrollados por un camión de volteo en Mazapil, continúan en Saltillo.

A 72 horas en que ocurrieron los hechos, amigos y familiares de quienes perdieron la vida en el accidente, aún no asimilan el hecho de que jamás volverán a ver a sus seres queridos.

En una funeraria ubicada en la Zona Centro de la capital del estado, dieron el último adiós a Angélica María Briones Ordoñez, Jesenia Briones Ordoñez, Sergio Armando Pérez Briones y Francisco Javier, quienes participaban en aquella tarde fatal en la peregrinación, la cual acudía a la celebración de San Gregorio, en Mazapil.

"No es justo...aún no entiendo que fue lo que paso...y por que", comenta una de las familiares, sin embargo la tristeza, sus lágrimas, no le permitieron seguir hablando, solo pidió una disculpa, y se retiró. Así como ella muchos aún no dan crédito a lo sucedido.

En el mismo sitio, pero en otra de las capillas, ocurría una situación similar. Se encontraban velando a Hermelinda Lozano Parra, quien acudió a la peregrinación de su natal Mazapil, para ayudar a una amiga.

Su padre, a pesar de su tranquilidad, la tristeza era notoria en su rostro. Las veces que él acudía a Saltillo era para visitar a sus hijos, quienes ya residen desde hace varios años aquí, pero nunca se imaginó que su última visita sería para despedir a su hija.

"Su esposo esta devastado, al igual que sus hijos, el más pequeño sobretodo está tranquilo, por ahora, pero no sé después como va a reaccionar, cuando comprenda que su mamá ya no está", comenta una de sus familiares.

"Todo esto es como una agonía en vida, es terrible ver como en cuestión de minutos se perdieron tantas vidas, la vida de ella, de esa forma...", manifestó con lágrimas una de las amigas más cercanas de Mely, como solían llamarla.

En ambos casos, dicen que han recibido apoyo, cobijas y comida no les ha faltado, incluso desde Mazapil, acuden empresas mineras a dejarles alimento, cobijas, siempre al pendiente de ellos. Sin embargo nada es suficiente para aliviar su dolor.