Artritis reumatoide en adultos mayores
La artritis reumatoide es una enfermedad de carácter crónico, es decir, no tiene cura posible y se caracteriza por su cualidad degenerativa, además de que con el paso del tiempo la enfermedad puede ser progresiva.
Es un trastorno inflamatorio que afecta principalmente a personas de la tercera edad, sin embargo, no siempre se entiende esta enfermedad con toda su complejidad y es importante saber cómo es que afecta a la persona para poder empatizar con ella y ayudar de la manera adecuada.
Las causas de la artritis reumatoide son desconocidas, aunque existe conocimiento que en algunos casos se adquiere esta enfermedad por antecedentes genéticos. No obstante, otros pueden ser factores ambientales, como el frío, traumas emocionales, accidentes o infecciones.
Síntomas
Es frecuente que la enfermedad se presente de forma silenciosa con síntomas leves como la fiebre, pero el síntoma más destacado de la artritis reumatoide es el dolor y la rigidez en las articulaciones. Cuando la enfermedad avanza, la deformidad de las zonas afectadas también se hace más notable y el deterioro se va incrementando de forma progresiva. De este modo, el avance del padecimiento puede afectar a otros órganos tales como el riñón, corazón o pulmones, agravando de forma notable su estado de salud.
Los síntomas principales son:
¿Cómo prevenirla?
Al no existir una causa concreta y determinada para el desarrollo de la enfermedad, tampoco podemos contar con un método de prevención eficaz y definitivo que erradique el riesgo de sufrirla. No obstante, se pueden poner en práctica algunas recomendaciones que favorezcan la reducción de las probabilidades de sufrir la enfermedad, tales como: alimentación sana basada en equilibrio y actividad física frecuente. Éstas fortalecerán el organismo, dotándolo de medios para luchar contra los síntomas y retrasando al máximo la aparición de estos.
Existen diversas formas de tratar de evitar las enfermedades reumáticas:
Tratamiento para la artritis reumatoide
Hoy en día no existe una cura definitiva para las enfermedades del aparato locomotor. La intención de las recomendaciones es lograr detener el avance de la enfermedad.
En función de la afección que causa la artritis reumatoide, se divide el tratamiento en tres partes:
Alivio del dolor: Mediante analgésicos, antiinflamatorios no esteroideos y aplicación de frío para combatir el dolor.
Reducción de la inflamación: La aplicación de corticoides (a pesar de sus efectos secundarios) puede aliviar la inflamación. El uso de medicamentos específicos prescritos por un especialista.
Reducir daño: A través de la terapia física y de la realización de ejercicios se preservará la movilidad. Por lo tanto, los ejercicios de fisioterapia son importantes para mantener la movilidad del aparato locomotor.