(CORTESÍA)
El Seminario de Torreón “Santa María Reina” inició con su segunda semana del nuevo ciclo de formación con un 50 por ciento menos del número de jóvenes de nuevo ingreso, en relación a años anteriores. Señalan que aún no hay déficit de sacerdotes en la Diócesis, pero en breve se podría estar en un foco amarillo.
Y es que aunado al bajo ingreso de jóvenes deseosos de ser sacerdotes, se mantiene alto el nivel de deserción, pues cerca de un 25 por ciento termina su formación con su ordenación.
Sergio Fernández, vicerrector del Seminario, detalló que para este nuevo ciclo, que arrancó el 21 de agosto, ingresaron solo 7 jóvenes, que se suman a los 38 que continúan con su formación.
Actualmente son 41 los jóvenes que se preparan, distribuidos en las tres etapas de formación: 7 de nuevo ingreso en la etapa Introductoria (1 año); 17 en Filosófica (3 años) y en la Teológica (4 años), donde se encuentran 17 jóvenes.
De acuerdo con Fernández, hasta antes de la pandemia del covid-19 iingresaban de 15 a 20 jóvenes, cifra que se desplomó en más de un 50 por ciento.
Incluso en la propia pandemia, en la que se hizo promoción en redes sociales ante el confinamiento que se vivía en el mundo, se registraron hasta 11 jóvenes de nuevo ingreso.
“Lamentablemente sí ha bajado la población, tristemente nos encontramos así con una población muy baja, con una escasez de vocaciones, porque los muchachos que ingresaron al curso introductorio son 7, cuando en años anteriores era de 20, 15, a lo mínimo eran 10 a 12”, explicó Fernández.
El vicerrector comentó que dadas estas cifras, “tenemos que hacer un trabajo en conjunto vocacional, tanto el Seminario como la Diócesis, para rascarle al joven su semillita vocacional que tiene en el corazón, presentarle el Seminario, que conozca el Seminario”.
Fernández comentó que aún la Diócesis de Torreón no enfrenta un déficit de sacerdotes, pero de continuar disminuyendo el número de interesados, se podría entrar a una fase amarilla, casi roja.
“Pero sí hay un tema interesante porque hay sacerdotes ya ancianos, entre 4 y 5 que se encuentran aún en funciones y otra línea de sacerdotes que se encuentran enfermos, también en funciones, ahí estaremos hablando de unos 4”, explicó.
“Se viene o se vendrá un tiempo de echar mano de sacerdotes que ya están grandes, pero vendrá un tiempo que estará un poco llamando la atención en números”.
Y es que otro de los problemas que se enfrentan es el alto índice de deserción pues del total que ingresa solo un 25 por ciento o menos, logra terminar su formación e incluso ordenarse. Ya que de los 15 a 20 jóvenes que ingresaban, solo terminaban entre cuatro a 5, incluso ninguno.
En el ciclo que concluyó, fueron 7 los jóvenes que terminaron su formación, los cuales ya se encuentran distribuidos en las diferentes parroquias de la Diócesis de Torreón, a la espera de su ordenación diaconal por parte del Obispo, Luis Martín Barraza Beltrán, quien terminará la fecha