Van por otro convenio con Conafor para la inversión en saneamiento en la cuenca alta del río Nazas, pues la aportación voluntaria de la ciudadanía y las empresas no es suficiente. (EL SIGLO DE TORREÓN)
Hasta un 70 por ciento se redujeron las actividades en la "fábrica de agua" de la Comarca Lagunera en los últimos dos años, a raíz de la falta de recursos dentro del programa Irritila, pues no se ha logrado establecer nuevamente el convenio con la Comisión Nacional Forestal (Conafor).
Roberto Muñoz del Río, presidente del consejo de cuenca Alto-Nazas, explicó que se venció el convenio que tenían con Conafor para las aportaciones en un esquema de peso por peso, por lo que están en pláticas con organismos y empresas para retomar la inversión en la cuenca alta del río, pues ello repercute en el agua que se infiltra en los mantos y con la que cuenta la región lagunera.
Recordó que se tenía un convenio anual con Conafor y se abre nuevamente la convocatoria en los meses de noviembre y diciembre, por lo que están armando la documentación para buscar esos recursos, pues reconoció que la aportación que se recibe de forma voluntaria de la ciudadanía y las empresas no es suficiente.
"Las aportaciones de las tomas domiciliarias es poca, estamos buscando el convenio para retomar las actividades", dijo.
Indicó que están por cumplir dos años sin el convenio y se ha tenido que limitar mucho la actividad en la cuenta, en base al recurso que se ha tenido disponible.
Muñoz del Río dijo que las inversiones para los trabajos eran de 3 millones de pesos, millón y medio de los cuáles, era aportado por Conafor.
El programa Irritila propone un saneamiento en la cuenca alta del río Nazas, a fin de que esto repercuta en beneficios ambientales en cuanto a mayor agua y recarga de los acuíferos en la Comarca Lagunera, a fin de que se mantenga el apoyo de esta ciudad.
Se inició en un área de 7 mil 500 hectáreas, en las que se desarrollan acciones de remediación sobre la sierra, y que significan cerca del 4 por ciento de la zona afectada, principalmente por temas como la erosión, lo que hace que el agua de las lluvias no permee en el subsuelo y se reducen los beneficios ambientales.
La captación de agua es mínima y la región está en un sitio semidesértico, por lo que se debe reflexionar sobre la necesidad de estas obras que incidan en la recarga del acuífero, en municipios como Tepehuanes, Santiago Papasquiaro, donde comienza el ciclo de la filtración a los mantos.