Del total de llegadas a bordo de embarcaciones precarias, 4.248 son menores- acompañados o no- y 1.212 son mujeres. (EFE)
Un total de 15.769 migrantes tunecinos llegaron a Italia de manera irregular durante los diez primeros meses del año frente a los cerca de 16.700 durante el mismo periodo del año pasado, reveló el último informe sobre migración de la ONG Foro Tunecino de De Derechos Económicos y Sociales (FTDES).
Del total de llegadas a bordo de embarcaciones precarias, 4.248 son menores- acompañados o no- y 1.212 son mujeres. Además, cerca de 76.000 personas migrantes, de nacionalidad tunecina o extranjera, fueron interceptadas por las autoridades aunque la cifra podría ser superior ya que el Ministerio del Interior de Italia no publicó los datos correspondientes al mes de julio, explicó FTDES.
El pasado mes de julio Túnez firmó con la Unión Europea (UE) un memorando de entendimiento (MOU)- cuyos detalles apenas de conocen- para contener las salidas y que incluye una ayuda de 105 millones de euros destinada a la lucha contra la migración y un paquete de asistencia macrofinanciera por valor de 900 millones de euros.
Sin embargo, este paquete está condicionado a un préstamo de 1.900 millones de dólares del Fondo Monetario Internacional (FMI), a lo que se opone el presidente Kais Said, que lo considera un "dictado del exterior" y asegura que su país cuenta con recursos propios para salir de la crisis.
Pese a este acuerdo, el verano terminó con un aumento de la migración en la ruta del Mediterráneo Central, la más mortífera según Naciones Unidas, en la que Túnez ha superado a Libia como principal país de partida.
Algunos estados miembros de la UE como Alemania han expresado su preocupación por el MOU ya que no tiene en cuenta cuestiones como los derechos humanos o la detención de opositores políticos desde que Said se arrogarse plenos poderes en julio de 2021 para "preservar la paz social".
Organizaciones como Human Rights Watch (HRW) han pedido a la UE que suspenda su apoyo y denuncian la expulsión de migrantes hacia zonas remotas frontera con Argelia y Libia sin acceso a comida ni agua.