La Megarreliquia en honor a Cristo Rey alcanzó las expectativas; brindan atención a más de 2,500 personas. (FERNANDO COMPEÁN / EL SIGLO DE TORREÓN)
El olor inunda por completo el Puerto Noas y el salón Masada del Santuario de Cristo Rey. Son seis mesas donde cada grupo de cocineros ofrece su propia receta de la tradicional reliquia, hay cinco universidades con carrera de Gastronomía que participan en el evento y las mujeres del ejido Ana, donde la fila es considerablemente mayor.
La Megarreliquia en el cerro rompió récord este año, con más de 2 mil 500 personas atendidas, la más grande que se ha hecho en los ocho años que tiene este evento, que al inicio era dedicado a San Judas, pero hoy se realiza en honor a Cristo Rey. En la primera edición se ofrecieron 50 kilos de carne y se multiplican por 10 esta vez, un total de 500 kilos.
El platillo lagunero, con siete sopas, su asado en cuadritos. En el Teleférico no para de llegar la gente, la afluencia es continua, todo el mundo quiere un combo y los equipos van preparándolos para que las personas no se acumulen.
La líder de las cocineras del ejido Ana, Martha Trigo, tiene 70 años y más de 40 de experiencia cocinando reliquia, una tradición que considera muy especial.
"Tiene un valor muy importante, la reliquia es dar de comer al hambriento, yo pienso que es una labor muy bonita de dar a quienes lo necesitan, lo hacemos con mucho gusto", comentó.
Desde la noche anterior comienzan con la preparación de las salsas y la pasta, para que el chile se asiente adecuadamente, todo se prepara con leña y esto marca una diferencia en el sabor, que no se alcanza con el gas. Todos los insumos se proporcionan a las mujeres para que ellas se dediquen exclusivamente a la labor de cocinar el delicioso platillo.
La devoción es un ingrediente que no falta en la reliquia del ejido Ana, las mujeres forman parte de los grupos de la Iglesia y son expertas en la elaboración de reliquias, al año le dedican una a San Judas, otra a San Joaquín y a Santa Ana, también la de Todos los Santos, que es la parroquia a la que asisten.
Aunque Martha tuvo puros hijos varones, ya tiene algunas nietas y ha tratado de inculcarles el amor por la cocina. La fila en esta mesa parece no ceder, pero la reliquia está por terminarse. El plus no es la leña y la señora lo reconoce: "será que lo cocinamos con mucho cariño, el amor es el mejor ingrediente".
LA RELIQUIA MÁS GRANDE
Eduardo Nieto Mendoza, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac), señaló que participaron cinco universidades con carreras de Gastronomía y un grupo de mujeres del ejido Ana en la preparación de las reliquias. Explicó que todos los insumos fueron aportados por los restauranteros, así como por la empresa de pastas La Moderna.
Señaló que ha sido la reliquia más grande que se ha hecho, recordó que este platillo se considera tradicional de la región lagunera y es del gusto de mucha gente.
Víctor Manuel Gómez Hernández, rector del Santuario del Cristo de las Noas, dijo que la dinámica de los boletos con horario evitó la acumulación de los asistentes, por lo que se mantuvo muy fluida la afluencia de quienes acudieron por su combo.
