Las acciones de vigilancia sanitaria se reforzarán durante los meses de julio y agosto en Coahuila. (CORTESÍA)
Con el propósito de minimizar o controlar riesgos a la salud de los usuarios, durante julio y agosto se tienen programadas 111 verificaciones sanitarias en purificadoras de agua, albercas, balnearios, hoteles y moteles de Coahuila.
Sergio de la Parra Juambelz, subsecretario de Regulación y Fomento Sanitario del estado, informó que se harán 42 verificaciones sanitarias a purificadoras de agua, 42 más en albercas y balnearios, y 27 en hoteles y moteles. También se realizarán mil 296 monitoreos de cloro residual libre para vigilar la calidad del agua para uso y consumo humano.
El funcionario explicó que la importancia de la verificación y vigilancia del agua es que su consumo es indispensable y vital dentro de la vida cotidiana, tanto para la hidratación, sobre todo en esta temporada de calor, como para la higiene personal y de los alimentos.
"Beber agua contaminada o con mal saneamiento está directamente relacionada con la transmisión de enfermedades como el cólera, infecciones gastrointestinales, diarrea, Hepatitis A, fiebre tifoidea y hasta la poliomielitis", señaló.
De la Parra Juambelz, alertó a la población sobre los riesgos de ingresar a albercas recreativas sucias y con agua sin saneamiento, puesto que durante el período vacacional estos sitios resultan una alternativa para quienes deciden no salir de su ciudad.
"Si el agua de la piscina o alberca recreativa está contaminada, los usuarios tienen el riesgo de contraer infecciones en los oídos, erupciones en la piel como sarpullido, tos, congestión nasal o conjuntivitis", indicó.
Lo anterior debido a los microbios que viven naturalmente en el agua, por lo que es importante que los productos químicos que se utilizan para matar estos organismos que viven en las piscinas, bañeras y demás superficies que almacenen agua, estén en un nivel adecuado, de lo contrario los microbios pueden multiplicarse y enfermar a quien ingrese al agua.
El subsecretario exhortó a la población a estar alerta a las señales visibles de contaminación en el agua, que son la tonalidad, el olor y, en el caso del agua para consumo humano, el sabor. "Recuerden que el agua potable y limpia por naturaleza es inolora, incolora e insabora. Cualquier tonalidad verdosa o grisácea, o con olor extraño, son señales de alarma para el usuario", concluyó.