Ante la ausencia de su hija, Esther se ha convertido en la madre de dos de sus nietos.
Hace casi cinco años, María Esther Sotomayor Márquez, pasó de abuela a convertirse en madre de dos de sus nietos, ante la ausencia de su hija María Gabriela Fong Sotomayor, quien fuera vista por última vez el 7 de junio de 2019, antes de partir al puerto de Mazatlán, Sinaloa. Desde entonces se desconoce su paradero al no tener pista alguna.
Ángel y Sergio, de 15 y 13 años respectivamente, así como Christian, quien se encuentra en casa de su abuela paterna, son los hijos que dejó María Gabriela, de entonces 25 años de edad.
Ahora ellos la llaman mamá, y son lo que la mantienen de pie, pues su dolor sigue ahí, clavado en el pecho como desde el primer día en que desapareció su hija.
"Ha sido bien difícil", reconoció la mujer, quien es madre de cuatro adultos ya, pues el hacerse cargo de sus nietos, fue como "comenzar de nuevo".
Económicamente ha sido duro, puesto que solo una de sus hijas es la que la apoya para los gastos que requiere la educación y mantenimiento de sus dos nuevos hijos, así como atención psicológica, pues la falta de su madre sí los afectó, sobre todo al menor.
"Es difícil porque ellos ahorita en la juventud sí se acuerdan de su mamá, ellos traen su dolorcito. A Ulises (Sergio) lo llevo con psicólogo, sí les ha afectado la ausencia, es rebelde, yo lo entretengo en muchas cosas", compartió Esther.
La abuela que se volvió madre, dijo que trabaja sin descanso para poder sacarlos adelante, pero además, forma parte de grupo Vida y es parte de las buscadoras que mantienen la esperanza de encontrar a sus seres queridos que no han regresado a casa.
"Yo trabajo, no descanso ni un día de la semana, no me interesa, lo que quiero es que mis hijos estén bien y salgan adelante. Ellos son los que me tienen de pie", dijo triste.
Desde que su hija no está en casa, los 10 de Mayo, día de las Madres se terminaron en su casa, pero no solo eso, sino todas las celebraciones.
" Yo no celebro, nada, ni en diciembre, se acabó todo. Es un dolor muy fuerte que nada más yo lo traigo", compartió mientras un par de lágrimas rodaron por su mejilla.
Y este año no será diferente, aunque sus hijos mayores la llenan de besos y abrazos para demostrarle su amor en este día, que para ella se vuelve difícil.
Sobre la investigación de su hija, Esther comentó que no se tienen avances ni pistas. Lo único que ha solicitado la Fiscalía del Estado de Sinaloa fueron muestras de ADN de ella y de otra de sus hijas.
Cualquier información que ayude a dar con su paradero, comunicarse al 8712 054 006.