EDITORIAL

El amor

CARLOS ELIZONDO

La candidata de AMLO intenta seducir a selectos empresarios en reuniones privadas exponiéndoles su enfoque técnico a la solución de los problemas. Claudia juega con la ambigüedad. No lo dice abiertamente, pero manda la señal de que ella será distinta.

¿Es una mera estrategia de campaña o hay diferencias importantes con quien ha sido su jefe y mentor toda su vida profesional? ¿Qué tanto se ha mimetizado en el camino? De llegar a la Presidencia, ¿al servicio de qué, o quién, pondría sus presuntas competencias técnicas?

En un tema central será idéntica: en su amor por Pemex. Yo pensaba que tras cinco años de pérdidas en refinación (en el sexenio ya rebasaron los 800 mil millones de pesos), tras el evidente incumplimiento en las metas de producción de crudo y el fracaso de Dos Bocas (cuyo costo será más del doble de lo estimado y que aún no refina un litro de crudo), la gente informada de la 4T habría aprendido algo sobre Pemex. No sucedió. Claudia ya dijo que Pemex estará encargada de la transición energética con "la entrada de Pemex a otras fuentes de energía" y con "la posibilidad de que Pemex ayude a explotar el litio, creo que eso es otra posibilidad que están haciendo otras petroleras en el mundo".

Pemex no es una empresa. Si lo fuera, no aceptaría instrucciones de tipo soviético, como producir más gasolina al costo que sea. Una empresa debe maximizar las utilidades de sus accionistas, en este caso todos los mexicanos.

Pemex es una entidad organizada para defender intereses de trabajadores, contratistas y políticos locales y federales. No tiene ni los incentivos ni los mecanismos para tomar decisiones óptimas, ni para reclutar al personal de la mayor competencia posible, ascender a los mejores empleados y prescindir de quienes no son capaces u honestos. Tampoco para asignar el capital a los proyectos más rentables o cancelar las actividades que no lo son. Darle a Pemex más tareas será perder más dinero. En el equipo de Claudia creen lo contrario: que con nuevas tareas podrá ganar dinero y aligerar las finanzas públicas.

Quien gane heredará un Pemex agonizante. Se puede culpar al neoliberalismo o al estatismo, pero la realidad es contundente. En todas las actividades industriales Pemex ha perdido dinero por más décadas que la existencia del neoliberalismo. El mecanismo para salvar a Pemex es la competencia y entender qué realmente necesita el país.

Sin duda requiere seguridad energética, pero ésta no se alcanza refinando gasolina, como AMLO decretó, sino invirtiendo en capacidad de almacenamiento de combustibles. Incluso si Estados Unidos dejara de vendernos gasolina, se consigue en el mercado mundial y se trae por vía marítima. Es en el gas natural donde nuestra dependencia con Estados Unidos es completa. Nos llega por ducto desde Texas y no hay como traerlo por otra vía.

Sin un cambio de estrategia, Pemex seguirá consumiendo dinero y será imposible cumplir con las caras promesas de campaña. El indispensable recorte al gasto público estará al servicio de Pemex.

Detrás del amor por Pemex está otro amor: el de concentrar aún más el poder. Muchos morenistas (y algunos empresarios) creen que el poder concentrado en manos de alguien competente se traducirá en mayor crecimiento.

Es lo contrario. La lógica estatista y el desprecio que le tiene Claudia al sector privado, como vimos en el primer debate, suele llevar a malas decisiones muy difíciles de corregir. Como ejemplo, ha puesto entre sus 100 acciones prioritarias expandir Mexicana de Aviación.

Si además triunfa el intento de destruir todos los contrapesos, el riesgo de descarrilamiento sería mayor. Los políticos tienden a rodearse de quienes los adulan y piensan como ellos. En ese contexto es fácil minimizar el que la destrucción institucional generará volatilidad económica. Pero si esto y el amor por Pemex conducen a una crisis macroeconómica, lo justificarán entre ellos como el precio a pagar por tener más poder.

@carloselizondom

ÁTICO

¿Tiene Sheinbaum diferencias importantes con quien ha sido su jefe y mentor? En un tema será idéntica: en su amor por Pemex.

Escrito en: Carlos Elizondo Pemex, será, amor, Claudia

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