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Chiapas arrancará las campañas para gobernador este domingo en un ambiente de temor, incertidumbre y zozobra por la narcoviolencia, las amenazas y el asesinato a aspirantes a cargos de elección popular.
En unas elecciones inéditas en la entidad, dos de los candidatos a gobernador harán proselitismo resguardados por agentes de la Guardia Nacional.
Eduardo Ramírez Aguilar, el candidato de la coalición Sigamos haciendo historia en Chiapas (Morena, PT, PVEM), es cuidado por instrucciones de la secretaria de Seguridad, Rosa Icela Rodríguez. El morenista se rehusaba a reforzar su escolta, pero la aceptó. Se le dijo que se le ampliaría el cerco de seguridad por las condiciones que se tienen en algunas partes del país, y que Chiapas está en una situación de "prevención".
En tanto, Olga Luz Espinosa Morales, candidata de la coalición Fuerza y Corazón por Chiapas, (PRI, PAN, PRD), solicitó apoyo al INE para que se les proporcionara seguridad. La petición fue porque consideró que Chiapas es uno de los estados más violentos para el trabajo político, sobre todo en el municipio de Frontera Comalapa, principalmente en zonas focalizadas como las regiones Sierra, Frontera y municipios como La Concordia, Villaflores y Cintalapa, en las regiones Frailesca y Valles.
Debido a la inseguridad, al menos 12 aspirantes a candidatos a puestos de elección popular declinaron competir en el proceso de selección, porque recibieron mensajes "invitándolos" a no participar.
