El obispo de la diócesis de Saltillo, Monseñor Hilario González. (PENÉLOPE CUETO)
El obispo de la diócesis de Saltillo, Monseñor Hilario González García, informó que los obispos del estado de Guerrero sí se reunieron con integrantes del crimen organizado, pero descartó que hayan hecho un pacto; lo que hubo fue simplemente un diálogo para pedirles conversión y que se den cuenta que ponen en peligro el tejido social, la familia y la escuela, entre otros.
“Lo que hace la iglesia es una invitación a la conversión, una invitación a todos los niveles: comunidades, gobernantes, a las personas que están en estas asociaciones delictivas a que haya diálogo, superación de este ambiente de violencia y sobre todo de miedo y a que se den cuenta de que esos afanes que hay, de avaricia, de dominio, de poder, están yendo más allá de la lucha entre ellos y están afectando a otras personas”, expuso.
Agregó que nunca se ha negado que hubo la reunión, pero aclaró que jamás realizaron un pacto, “simplemente se trató de una charla para decirle a estas personas qué hay otra manera de arreglar las cosas, en bien de la ciudadanía”.
Mencionó que ni en Saltillo, ni en Coahuila, han tenido algún intento de amenaza, o de violencia y que todos los sacerdotes han podido realizar su pastoral en un ambiente de paz y armonía.
“La propaganda del gobierno ha sido que Coahuila está en paz y también así se siente y se percibe, hasta hoy no ha habido necesidad de realizar acciones como las que se desarrollaron en el estado de Guerrero”.
Las situaciones que se presentan tienen que ver, más bien, con temas de otra índole, propias de una ciudad que está en desarrollo y crecimiento, como es el tema de la salud mental y de las agresiones en el seno de la familia, concluyó.